Informe:
Se preparó un campamento de instrucción para los aspirantes al programa de Guía Mayor Instructor. El lugar determinado fe el kilómetro 16, vía Cúcuta, en el lugar conocido como los Venados. Allí se estableció el campamento. Un ligar muy agradable y fresco. Contacto con la naturaleza y un bello paisaje. El sábado muy de mañana arribamos al Coal en donde nos encontramos todos par partir al sitio destinado. al llegar allí nos ubicamos y comenzamos rápidamente el programa de sábado. Alimento espiritual en manos del pastor Dorlay, nuestro líder juvenil, que trazó la palabra y se enfocó en la experiencia de Nehemias como líder. Interesantes situaciones y aplicaciones salieron para nuestro beneficio. Continuamos con algunas dinámicas y partes que hicieron un acercamiento entre toods los integrantes del grupo, entre risas y ejercicios pronto estábamos unánimes. Las siguientes actividades afianzaron el conocimiento general de los líderes GMI, Un recorderis y una sopa de letras hicieron un complejo ejercicio de pensamiento. Al final todos ganamos.
Cerca del medio día armamos campamento y almorzamos. Cada quién llevaba su guardado. Su merienda. Un momento de descanso y confraternidad antes de iniciar las actividades de la tarde. Cortos mensajes de un minuto sobre algunas temáticas. Cada uno de los GMI tenían uno. Sin embargo, el único importante fue el de Hoffman, que nos embolató con el tema de la creación.
Después otra dinámica y luego Malven llevando nuestra paciencia-creatividad al límite con mil cruces en una hoja. En fin, Terminamos dibujando hasta lo imposible. Finalmente despedimos sábado y nos integramos otro poco. Chorizos, masmelos, frutas, de todo un poco, para terminar la labor del dia. dulces sueños y finalizamos el sábado.
el domingo muy de mañana, algunos valientes se bañaron tempranito. Iniciamos con el devocional y luego el desayuno. Cascos, cuerdas, Malven hablando de rescate, cosas así. Luego proseguimos con las maquetas eternas que nuca terminamos para salir pronto a la famosa cascada de los Venados. Obviamente no había ningún venado, pero sí una caída estupenda de agua. Deibert nos regaló un espacio de risa golpeando la roca con su cuerpo y con el celular del pastor. Pronto fue medio día y llegamos nuevamente al sitio de campamento para realizar la evaluación del evento. Todos felices y con la satisfacción de haber hecho un buen trabajo. De regreso en el bus, no se callaron, hablaron y oficializaron el nombre de Rusmary. Parece que algunos no la tenian clara. Gracias a Dios todo salió bien y fue una experiencia significativa en nuestra formación de GMI.
Programación del campamento
Fotografías
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