Como ministerial juvenil es mi ocupación brindar acompañamiento a los proceso de formación y desarrollo del liderazgo en los diferentes clubes. Una de las principales metas trazadas a lo largo de este año eclesiástico es precisamente la de brindar asesoramiento especial a las inquietudes, problemas y demás circunstancias que surgen en los diferentes clubes. Gracias a Dios el club ha logrado superar los inconvenientes que surgen al interior de cada club.
Los años hacen su trabajo. Dios nos ha permitido aprender de las casas vividas, y es importante que de cada problema surja una lección. Este es uno de las principales formar de crecer, ver en cada problema la oportunidad para mejorar. Los inconvenientes siempre van a existir, y lo más fácil siempre será no hacer lo correcto, pero ahí es en donde nuestra dependencia de Dios debe superar cualquier obstáculo y entender que la obra no es humana, esta obra del ministerio juvenil pertenece a Dios y para él no hay nada imposible. Así que los diferentes directores construimos nuestro carácter también desde los aspectos positivos y negativos que este trabajo juvenil nos tiene. Bendiciones a todos los directores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario